Nuevo tratamiento para el déficit de testosterona

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Hombre con déficit de testosterona

El déficit de testosterona, también llamado hipogonadismo, afecta casi al 40% de los hombres mayores de 45 años. La testosterona es la principal hormona masculina y actúa sobre el deseo sexual, la erección y la actividad física y mental.

Disponemos de varios tratamientos para mejorar la calidad de vida en hombres con testosterona baja.

Este artículo esta escrito en febrero de 2021 por el Dr. Luis Rodríguez-Vela, Jefe de Sección de Urología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. y Director del Instituto de Urología y Medicina Sexual de Zaragoza. Soy especialista en Urología y Andrología  desde hace más de 30 años y tengo amplia experiencia en el diagnóstico y  tratamiento en hombres con hipogonadismo.

¿Dónde se produce la testosterona?

La testosterona se produce fundamentalmente en los testículos, en concreto en las células de Leydig y esta regulada por una hormona denominada LH que se libera en la hipófisis (cerebro).

Como podemos ver en el esquema, si fallan las células de Leydig (testículos) no se produce testosterona y lo denominamos hipogonadismo primario.

Pero si el fallo está en la hipófisis (cerebro) se produce poca LH y esto conlleva una falta de estimulación de las células de Leydig y un descenso en la producción de testosterona, en este caso hablamos de hipogonadismo secundario.

Por lo tanto, tenemos dos situaciones en la que puede disminuir la testosterona:

  • Primario: fallo en los testículos y no se produce testosterona.
  • Secundario: fallo en la hipófisis (cerebro) y no se libera LH y secundariamente no se produce testosterona.

¿Qué síntomas produce el déficit de testosterona?

Las manifestaciones clínicas son muy variadas ya que la testosterona ejerce múltiples funciones en el organismo.

Cuando la testosterona está baja suele producirse un descenso del deseo y de la actividad sexual, además, este descenso de la libido suele acompañarse de descenso de las erecciones matutinas y de la rigidez del pene.

El déficit de testosterona suele acompañarse de un descenso de la actividad física y de la masa muscular, así como un aumento de la cintura abdominal (la típica barriga). La testosterona, también actúa en el cerebro y su déficit suele ocasionar una mayor tendencia al cansancio mental, perdida de memoria, malhumor, etc.

Si tengo estos síntomas ¿dónde puedo consultar?

Cuando el síntoma fundamental es un descenso del deseo y de la actividad sexual, o una disfunción eréctil mi consejo es que consulte con un urólogo experto en medicina sexual (uro-andrólogo).

En el Instituto Urología y Medicina Sexual de Zaragoza ofrecemos un estudio integral de la salud del varón. El diagnóstico debe basarse en una historia clínica completa y en una adecuada exploración física.

Si tenemos la sospecha de un Síndrome de Déficit de Testosterona solicitaremos un análisis de sangre determinando: LH, Testosterona total, albúmina y SHBG. Con estos datos calcularemos la Testosterona Libre que es un parámetro muy importante a la hora de decidir el tratamiento.

La cifra de LH nos ayudará a distinguir entre un hipogonadismo primario (origen testicular – LH alta) o hipogonadismo secundario (origen hipofisario – LH baja).

¿Qué tratamientos existen para un déficit de testosterona?

Hasta hace pocos años, en pacientes con déficit de testosterona el único tratamiento disponible era la administración de testosterona en forma de gel o en inyección intramuscular. Este tratamiento es muy efectivo cuando existe un daño testicular (hipogonadismo primario) pero puede tener problemas cuando el problema se sitúa a nivel de la producción de LH (hipogonadismo secundario).

Si volvemos al esquema inicial, podemos observar que en condiciones normales, en la hipófisis se produce una hormona que se llama LH que actúa a nivel del testículo estimulando la síntesis de testosterona.  Este mecanismo se auto-regula, de manera que si la testosterona en sangre es normal informa a la hipófisis para que fabrique menos LH, es decir los niveles de testosterona de forma natural regulan la liberación de LH.

Si en un paciente, con déficit de LH (hipogonadismo secundario) administramos testosterona, de una manera automática, en la hipófisis dejará de  liberarse LH y los testículos dejarán de producir testosterona. Es decir, la testosterona que administramos bloquea la hipófisis y los testículos.

Como podemos ver existen dos causas de hipogonadismo y el tratamiento debe ser personalizado para cada paciente.

En el Instituto Urología y Medicina Sexual de Zaragoza consideramos que es muy importante hacer un buen diagnóstico y ofrecer el mejor tratamiento para su problema.

  1. En hombres con hipogonadismo primario (testosterona baja y LH alta) el único tratamiento es la administración de testosterona en forma de gel o en inyección intramuscular. Los tratamientos disponibles para administrar testosterona son diversos.
  2. En pacientes con hipogonadismo secundario (LH baja y testosterona baja) podemos administrar fármacos que estimulen la producción de LH en la hipófisis. En pacientes con hipogonadismo secundario si administramos gel de testosterona, clínicamente responderán bien, pero la testosterona administrada bloqueará la LH y se paralizara la producción de testosterona y de espermatozoides en los testículos. De hecho en hombres que desean tener descendencia no deberemos administrar testosterona porque va a producirse un bloqueo de la formación de espermatozoides.

¿Cómo podemos tratar los pacientes con Hipogonadismo secundario?

En primer lugar es necesario un diagnóstico preciso que demuestre un déficit de LH. Un medicamento, citrato de clomifeno actúa sobre el eje hipotálamo-hipófisis provocando un aumento de la liberación de LH (estimula la producción de testosterona) y de FSH (estimula la producción de espermatozoides).

Citrato de clomifeno se utiliza desde hace muchos años en mujeres para estimular la producción de FSH y así favorecer la ovulación. En menos ocasiones se utiliza en hombres para favorecer la producción de FSH que a su vez estimula la formación de espermatozoides.

En 2006 (WHITTEN) publicó el empleo de clomifeno en hombres con déficit de testosterona. Posteriormente muchas publicaciones avalan los efectos positivos de clomifeno en pacientes con déficit de LH y testosterona.  TAYLOR (Journal of Sexual Medicine 2010) y RAMASAMY (Jounal of Urology 2014) publican que el tratamiento con citrato de clomifeno en pacientes con déficit de LH y de testosterona produce un aumento de la LH y de la testosterona hasta niveles normales. Esta normalización de la testosterona se traducía en una mejoría de la clínica de los pacientes con Hipogonadismo secundario.

En el Instituto Urología y Medicina Sexual de Zaragoza, en pacientes con síntomas de hipogonadismo secundario (cifras de LH y Testosterona bajas), aconsejamos tratamiento con citrato de clomifeno.

En la gran mayoría de los pacientes conseguimos una elevación de la LH, una normalización de los niveles de testosterona y lo más importante, una mejoría muy marcada del deseo sexual, la erección y la actividad física.

Para finalizar quiero destacar un magnífico artículo publicado en 2020 por KRZASTK y colaboradores.  En este estudio se analiza la eficacia y seguridad de clomifeno a largo plazo, en pacientes con hipogonadismo secundario. En 280 paciente se administraron 25 mg al día de clomifeno durante más de tres años y los resultados fueron los siguientes:

  • 88% normalizaron las cifras de LH y de testosterona.
  • 77% consiguieron una mejoría significativa de sus síntomas.
  • 8% presentaron efectos adversos leves (cambios de humor, aumento de sensibilidad mamaria).

El resumen de este magnífico artículo es que es el tratamiento con citrato de clomifeno en varones con hipogonadismo secundario es eficaz y seguro a largo plazo.

RESUMEN:

– El 40% de hombres mayores de 45 años presenta síntomas de déficit de testosterona.

– Solo debe administrarse un tratamiento con testosterona en hombres que presentan manifestaciones clínicas de hipogonadismo y que en su análisis se demuestre un déficit de testosterona.

– En pacientes con hipogonadismo la administración de testosterona suele ser muy eficaz, pero bloquea la producción de LH y la producción de testosterona y debe ser supervisada por un médico experto en este campo.

-Realizando un buen estudio diagnóstico podemos identificar pacientes con hipogonadismo secundario (LH y testosterona baja) que pueden ser tratados con citrato de clomifeno que induce la liberación de LH y de esta manera, se estimula la producción de testosterona en los testículos de forma natural.

-Desde hace más de 15 años se está empleando el tratamiento con citrato de clomifeno en pacientes seleccionados con déficit de LH y de testosterona con muy buena eficacia clínica y pocos efectos adversos.

-Nadie debe autoadministrarse testosterona ni clomifeno. Si presenta síntomas debe acudir a un uro-andrólogo experto para que le realice un estudio adecuado y le indique el tratamiento más apropiado para su problema.

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